En materia de turismo, España ha sabido posicionarse como un destino de primer orden desde hace décadas. Su extenso litoral y las ciudades como Madrid, Barcelona y Valencia son las perlas de su corona, visitadas por millones de personas cada año.
También es aquí donde se concentra cada vez más su población, mientras que la mayor parte de su campo se va extinguiendo poco a poco. Estas zonas son conocidas como la «España vacía», regiones enteras en las que la población se extingue literalmente y las tierras agrícolas se abandonan.
Este problema no es nuevo, pero ha sido extremadamente difícil hacer algo al respecto. Por lo visto, no es fácil convencer a las generaciones jóvenes que viven en las ciudades modernas de que desarraiguen su existencia y vuelvan al campo. Una población baja suele significar unos servicios públicos mínimos en lo que respecta a la escolarización, el transporte y la asistencia sanitaria. Y reiniciar una explotación agrícola en un terreno abandonado, que requiere préstamos y subvenciones, tampoco suele ser económicamente viable.
Así que los habitantes que quedan se limitan a envejecer a medida que su número disminuye, pero en los últimos años se están produciendo algunos cambios notables. El número de propiedades vendidas en las zonas rurales ha aumentado considerablemente. Por supuesto, factores externos como el COVID, o la geopolítica actual, juegan un papel importante en esto. Muchos habitantes de las ciudades se están replanteando la necesidad de vivir todos tan apretados. Trabajar desde casa también ha alterado lo que buscamos en nuestra residencia. Con la mejora de la conectividad a Internet en la mayor parte de España, el campo se ha vuelto mucho más deseable.
Hace un par de meses, el partido político Podemos en Murcia propuso legalizar el cultivo de cannabis para incentivar aún más a la gente a trasladarse a las zonas rurales de la provincia. El partido espera que esto también conduzca a una mayor legislación a nivel nacional, donde se está considerando más seriamente el potencial de una nueva industria legal del cannabis.
Cultivar cannabis al aire libre en España es relativamente fácil; mucho sol para empezar y mucho espacio para cultivar. Lo queramos admitir o no, España ya es el invernadero de Europa. La cuestión es quién lo va a controlar. Si la política hace la vista gorda, otros recogen los beneficios en el viejo juego del gato y el ratón, que la policía española no parece ganar por el momento.
En estos tiempos de agitación internacional, y de interrupciones en la cadena de suministro mundial, tiene mucho sentido reevaluar cómo aprovechar al máximo los recursos nacionales. La agricultura tradicional de alta intensidad ha tenido consecuencias destructivas en términos de agotamiento del suelo, erosión de la tierra y contaminación. Tal vez los nuevos métodos agrícolas sostenibles de bajo impacto, y los nuevos y fantásticos cultivos como el cannabis, puedan ser el comienzo de una verdadera transformación de este increíblemente bello país.
¿Sabías que el cannabis es un gran cultivo para regenerar el suelo agotado, e incluso para limpiar el suelo contaminado? Especialmente en lugares con contaminación nuclear, las plantas de cáñamo se utilizan ahora cada vez más para limpiar la zona. Lugares como Chernobile, Fukushima e incluso Palomares en Almería.